viernes, 11 de marzo de 2016

Seudosocialismo o Realizquierdismo, o todo lo contrario

Debemos preguntarnos si el auténtico socialismo es aquel que está escrito o si por el contrario es aquel que históricamente ha sido aplicado y por otro lado respondernos si el auténtico izquierdismo es aquel que se acomoda al marxismo o aquel que honra la democracia. Sería muy fácil acudir a nuestro gran auxiliador el diccionario y resolver que es cada concepto, pero lo que el hombre le ha hecho a estas dos filosofías a lo largo de los años ha hecho que sea una tarea épica dilucidar o aún peor conciliar que es realmente cada cosa. Acá, más que desarrollar un tema, nos ocuparemos de arrojar al mercado negro de los consumidores de estos –ismos, una serie de ideas dispersas que son en parte las razones por las cuales no hemos logrado in-determinar que es cada uno de estos entes.


En el caso del socialismo pudiésemos empezar diciendo que lo que está escrito es que su principal antípoda es el capitalismo, pero con lo que se ha visto en la práctica la primera suspicacia que surge es si es que acaso el socialismo puede capitalizar el Poder sin usar capitalmente el capital, ya que la única diferencia que vemos en cuanto al capital, es que el capitalismo promete la felicidad, pero para alcanzarla se debe obtener dinero, el problema es que al final el dinero termina en sus manos, en el socialismo por otro lado se promete lo mismo y el dinero también termina en sus manos, solo que este, evita la intermediación …

Así mismo dentro de la teoría del socialismo muchos argumentos se pueden dar para mostrar al socialismo como algo bueno, pero en la praxis el único argumento es: “que el capitalismo es malo”, es decir se debe aceptar que “socialmente” el socialismo es lo correcto solo por la única razón que este señale al capitalismo como lo malo. Ya sea que se comparta o no esto último del socialismo igual valdría preguntarse, ya que parece utilizarse mucho cuando se busca el apoyo de las masas, cómo es que algo que señale al malo  se convierte automáticamente en el bueno.

En cuanto al ser socialista, pudiésemos iniciar evocando, cómo es que en el caso del ser capitalista este arriesga hasta su vida para salir de un estado socialista e irse a un país capitalista, pero en cambio el socialista/izquierdista de EE. UU., Europa y América Latina, ni siquiera piensa en migrar a un país socialista, y se mantiene feliz viviendo hasta el final de sus días en un país capitalista, lo que lleva a la pregunta por qué para los intelectuales que “apoyan” las ideas izquierdistas y/o socialistas vivir en un estado socialista es bueno para los demás, pero no para ellos, no será que en el fondo están convencidos, que al igual que en los tiempos de la esclavitud (y en los de “libertad”(?)), debe existir una élite privilegiada que decida los destinos de una morralla, misma motivación de sus correligionarios intelectuales derechistas.

Otro aspecto que merece nuestra atención es el relacionado con los logros que frecuentemente el socialista tiene para mostrar, generalmente estos parecieran ser muchos, pero todos son etéreos, intangibles, abstractos, simbólicos, ilusorios, novelescos, lamentablemente con esto logran que el pueblo tenga la sensación, más que por la calidad, por la cantidad (son expertos en el arte de 



Usualmente y más aún cuando están en el poder, acuden a la táctica del culpable foráneo (foráneo al socialismo por supuesto) para todos los males que ocurran y ya que procuran que este culpable sea alguno de los que histórica y tradicionalmente el pueblo ha tildado como del grupo de los malos, la tarea está hecha, logrando librarse de sus responsabilidades y más aún librarse de tomar complejas decisiones para buscar soluciones a dichos males y es que en socialismo no es necesaria una solución si tienes un culpable, pero lo más triste es, que esto No es filosofía solo de quien debe dar la solución, sino también de quien la demanda.

Teóricamente pudiésemos (al igual que lo haría este ser socialista) separar sin mayor dificultad socialismo y democracia, sin embargo no lo haremos (en serio, sí podríamos) ya que lo interesante sería que fuese el socialista el que lo hiciese, pero parece que jamás lo haría ya que si realizase esta separación correría el riesgo de poner en evidencia lo 

Nos perdonan nuevamente la digresión, pero el hablar de estas perturbaciones anímicas (obsesión, compulsión) nos hizo, por alguna razón que no entendemos, pensar en los trastornos mentales que aquejan a ciertos seres e investigamos un poco cuales son las características de estos individuos y esto fue en resumen lo que encontramos de uno de ellos: “Sociópata: Persona con una condición psiquiátrica que mantiene un patrón de manipulación y explotación de otras personas y la violación de sus derechos. Rehúyen las normas preestablecidas, no saben o no pueden adaptarse a ellas. Pierden la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Es característico que las personas con este diagnóstico sean completamente indiferentes a los sentimientos y al dolor ajeno, y muestran un patrón profundo de falta de remordimientos, junto con decisiones irresponsables, a pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo incluso delitos graves. …”, esto es claramente una anormalidad social, ahora bien cualquier parecido de un sociópata con, por ejemplo, un socialista, sería, además de en sus primeras letras, solo una mera coincidencia… del materialismo histórico. 

Por cierto ya que mencionamos lo histórico, es relevante recordar algo que nunca debemos olvidar y es que la organización de apoyo al Führer fue el Partido Nacional Socialista Obrero y que Nazismo significa NacionalSocialismo, lastima que dichos términos se sigan usando con tanta vehemencia. A pesar que lo sensato es que la historia deba ser usada para corregir errores cometidos y evitar repetirlos, el seudorealsocialismo pareciera solo usarla, como 



El izquierdista cree en las apetencias Imperialistas de los estados capitalistas pero niega que cualquier nación (poderosa o no) que mantenga una conducta de enfrentamiento (mediático) contra el capitalismo pueda tener las mismas apetencias, o peor aún es que ni siquiera se atreve 


Otra de las cosas que por alguna razón cree el izquierdista, es que el socialismo se trata de la gente-poder, cuando está claro que conceptualmente se trata de Estado-PODER e históricamente se trata de GOBIERNO-PODER. Este pensar de que el socialismo se trata de la gente conlleva obligatoriamente a que debe existir una contraparte que sea anti-gente, para así poder tener el ingrediente más importante del pensamiento izquierdista: el maniqueísmo, el cual es el combustible que les permite estar siempre enfrentando las injusticias y procurando sacar al pueblo del infierno en el cual históricamente lo han tenido los antigentes, pero para ello primeramente debe ser el mismo el que salga de dicho inferno infierno, pero la tragedia de “salir de la ignominia”, es que en el proceso, muchos (incluidos izquierdistas) se convierten en “ignominiadores”.

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