jueves, 23 de julio de 2015

Lo Usual: Político Delincuente... lo Nuevo: Delincuente Político

Sin pretender hacer comparaciones y salvando distancias es obvio que muchas de las estrategias usadas por el chavismo, más allá de las formas, fines y métodos seguidos, ya fueron usadas en el pasado y principalmente por los grandes autoritarios de la historia: Hitler, Mussolini, Stalin, Castro y quién sabe si debamos incluir también en la lista a las grandes Corporaciones y a las empresas… Pero existe un recurso, quizás nunca antes usado y que es probable sea el aspecto más delicado de todo este plan, que el chavismo observó que tenía una gran capacidad que podía ser aprovechada por este movimiento. Este recurso fue el potencial del delincuente común como líder político o como apoyo político, sectorial. Me gustaría decir que son de conocimiento y entendimiento generalizado, las relaciones fraternales y de camaradería que existen entre la delincuencia y los habitantes de las zonas pobres, pero para muchos quizás esta relación es solo de

sábado, 11 de julio de 2015

El Empresario en Socialismo

No cabe duda que sin importar el tipo de sistema político que rija los destinos de un país este siempre tendrá que coexistir con el empresariado, ya sean estos empresarios locales o foráneos (“o ambos dos inclusive”), aun si la participación del estado, o del gobierno (o yo diría más bien de los gobernantes), sobre el aparato productivo es mayoritaria o incluso absoluta, el empresariado siempre estará presente directa o indirectamente y ejercerá la influencia que siempre ha ejercido en el ámbito económico. El que guste o no esta aseveración es completamente irrelevante ya que la realidad es que sin el empresariado no sería posible una sociedad moderna sea cual fuere el sistema político presente en ella.

Pero antes de entrar propiamente en el tema que nos atañe, el del empresario dentro de un sistema socialista, sería interesante tratar de descubrir cual es la percepción que existe en el pueblo acerca de los empresarios independientemente de las “creencias” políticas que