lunes, 4 de abril de 2016

AML ¿Moral or Business?

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Los primeros en negociar y los que deben pagar


No cabe duda que la situación actual en Venezuela permite intuir que la quinta red pública tiene sus días contados y más allá que se estime que es cuestión de semanas, meses, año o años, inexorablemente esta quinta estará extinta.  Pero no nos equivoquemos, es importante hacer la salvedad que el hecho que esta tristemente célebre desorganización del Estado fenezca no quiere decir que la cultura que sembró lo vaya a hacer.

Dejando de lado el tema de los tiempos, ya que la “actual historia” nos restriega en la cara que “un sistema fallido puede prevalecer” (si no démosle un vistazo a Cuba y a Corea del Norte) sobrepasando todos los análisis económicos hechos por los más variados especialistas, debería resultar obvia la anterior aseveración de que la actual organización del poder está en proceso de desaparición y por tanto esta obviedad debería estar presente más aún para los jerarcas de esta suerte de mafia que hoy opera en Venezuela.

En principio se pudiese pensar que estos jerarcas tienen una disyuntiva muy clara, o continúo con mi statu quo apostando a que este perdure hasta mi ancianidad, sin importar la destrucción que ocasione a mí alrededor, o entrego el poder y perezco, sin embargo si nos detenemos a pensar un poco lo que está pasando actualmente en el mundo, relacionado a la “lucha contra la corrupción y el lavado de dinero”, estos personajes deberían repensarlo ya que la opción de perpetuidad no pareciera muy factible.

Actualmente y con los E.E. U.U. a la cabeza pareciese estarse gestando una estrategia mundial para propinarle a los blanqueadores de capital un revés a sus operaciones a través de políticas AML (Anti-Money Laundering) y digo “gestando” ya que la lógica nos dice que la cantidad de dinero que se lava actualmente en el mundo es tal, que tener a dos o tres “acusados” tras las rejas (de sus casas), no suena realmente a una política de Estado en desarrollo. En cualquier caso el hecho de estarse tomando acciones mediáticamente contundentes que en el pasado no habíamos visto, merece al menos un voto de confianza.  Indudablemente estas acciones tienen una motivación para quien las lleva a cabo y la motivación que se pudiese pensar inicialmente que tiene esta estrategia, es la de la lucha contra el terrorismo, la cual ya de por sí sola estaría más que justificada, pero quizás si nos quisiésemos poner románticos podríamos pensar que el hombre ha entrado en una fase donde se empiezan a cuestionar, como se hacía en el “pretérito pasado”, la moral y la ética que se maneja en estos tiempos que corren y ha llegado a la conclusión que ya es hora de ponerle coto al comportamiento corrupto e ilícito de las sociedades, bueno nada cuesta soñar, pero dejemos  a un lado el romanticismo y bajemos a lo mundano. 

Como es de percepción de todos en este mundanal, el Estado de los E.E. U.U., maneja una política de profundo pragmatismo en cuanto a todo aquello que esté relacionado con el dinero y por tanto todas sus acciones se presume deben estar basadas en esta política formalmente no escrita, por lo que estas acciones contra la corrupción y el lavado de dinero deben tener su Business Case formulado, bien por ser parte normal del proceso o bien por ser el objetivo real de dichas acciones… Si nos basamos en las noticias que sobre estos hechos de lucha contra la legitimización de capitales aparecen en los medios de comunicación, pudiésemos conjeturar que la cantidad de dinero que se maneja es enorme lo cual resultaría atractivo para cualquier Caso de Negocio. Es por ello que pienso que un objetivo ulterior a la primera motivación indicada, convertido en primordial por los pragmáticos, es obtener un beneficio económico de esta lucha que aumente
unos puntos el PIB, y es que no es un secreto para nadie que de las cuantiosas sumas de dinero y de bienes que son incautados, el Estado donde se llevan a cabo los juicios, se queda legalmente con una muy buena porción, bien sea por la vía de la negociación con el acusado o por la vía de la confiscación, las que imagino se asientan en los Libros como “Inversiones Extranjeras”, y si se cree que en algún momento pueda existir una repatriación de los capitales a sus países de origen, puede que ocurran pero de seguro serán a muy largo plazo y por un monto ínfimo, luego de todas las deducciones por gastos operativos y burocráticos.

Volviendo al punto inicial de las opciones que manejan los jerarcas para sobrevivir, pareciera que en base a este panorama, el envejecer feliz, definitivamente no es una opción, ya que si de lo que se tratase fuese de un tema moral quizás estos jerarcas no tendrían que temer, pero si se trata de un tema netamente económico mejor asústense y empiecen a buscar negociaciones, dado que si estos Estados buscan que esta sea una política rentable y sostenible, Todos tienen que pagar, económicamente hablando, pero también algunos tienen que pagar, carcelariamente hablando,  y los que deben pagar claramente no serán los primeros en negociar.

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