En estos momentos de crisis opositora en la cual unos despotrican de sus líderes (o de los líderes de su misma posición) y otros tratan de hacer magia para justificarlos, y que además los unos consideran que cualquier ataque desmedido y sin justificación es solo una crítica constructiva y los otros consideran que toda crítica comedida y justificada es un ataque, tratar que los forjadores públicos de opinión (sin importar en cual bando este) y los comunicadores líderes, hagan no un buen trabajo sino un excelente y hasta un excepcional trabajo es un absoluta necesidad, ya que de lo contrario el gobierno logrará su objetivo de acabar “electoralmente” con La Unidad, la comunidad Internacional (Vaticano incluido) logrará la pacificación aún cuando no haya cambio de modelo, y la Oposición obtendrá solo logros anodinos.
Pareciera que la crisis de gobernabilidad se transformó en crisis de la Oposición, y los especialistas en opinión están ayudando a